Continuamente escuchamos en nuestro día a día que el aceite de oliva virgen extra es rico en antioxidantes, unas moléculas esenciales para nuestro organismo. ¿Para qué sirven y porqué son tan necesarios?
Antioxidantes en nuestra dieta: ¿Por qué son necesarios?
Durante el transcurso de todas las reacciones químicas que tienen lugar en nuestro organismo se generan unas moléculas conocidas como radicales libres. Estas moléculas sirven como mecanismo de defensa contra agentes infecciosos y son necesarias para mantener en perfecto estado nuestras células.
Por desgracia, al ser altamente reactivas, pueden dañar también ciertas biomoléculas de nuestras células (generando lo que se conoce como estrés oxidativo). Este estrés oxidativo está asociado con diversas enfermedades crónicas y con el envejecimiento. Un claro ejemplo de las consecuencias de ese estrés oxidativo es el consumo recurrente de tabaco, que dispara la formación de radicales libres generando así daños celulares asociados a multitud de enfermedades degenerativas.
Por ese motivo, incorporar a nuestra dieta alimentos con capacidad antioxidante es necesario para prevenir el daño oxidativo y asegurar el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Hemos de tener en cuenta que los radicales libres se generan de forma contínua y normal en nuestro organismo (como parte natural de las reacciones químicas). Sin embargo, el consumo de determinados alimentos como los fritos, el alcohol o tabaquismo pueden incrementar la aparición de dichos radicales libres, aumentando el estrés oxidativo.
Aceite de oliva virgen extra: fuente de antioxidantes
Numerosos estudios demuestran cómo el aceite de oliva virgen extra (aove) es una fuente de antioxidantes muy importante en nuestra dieta. Sin duda, es una forma sencilla de incorporar estos nutrientes tan necesarios: basta con aliñar una ensalada, en las tostadas por la mañana o usarlo a diario en nuestra cocina
A pesar de que el aceite de oliva virgen posee también antioxidantes, es necesario remarcar que el virgen extra es el aceite de oliva de mayor calidad. Sus niveles de acidez no superan los 0,8º y por lo tanto, todas sus propiedades nutritivas y organolépticas se mantienen intactas.
La Fundación Española del Corazón reconoce que “la ingesta diaria de aceite de oliva nos ayuda a proteger la salud cardiovascular gracias a su composición en ácidos grasos y por sus componentes antioxidantes, que nos protegen ante la arterioesclerosis y reducen los niveles de colesterol LDL.”
Alimentos como las frutas, verduras y frutos secos también son fuentes importantes de antioxidantes, así que no dudes en incorporarlos también en tu dieta.
¿Conocías todo esto sobre los antioxidantes? ¿Qué más alimentos consumes ricos en estas moléculas? ¡Escríbenos en comentarios!