La miel tiene multitud de propiedades beneficiosas para nuestra salud y también para nuestras plantas del jardín. Quizás no te lo habías planteado nunca, pero la miel puede ser utilizada como un fertilizante natural dado a su elevado contenido de macronutrientes y micronutrientes. ¿Te interesa saber cómo puedes utilizarla? ¡Lee nuestro post de blog!
Miel como abono natural en el jardín
La miel es mucho más que solo un edulcorante o un alimento rico en nutrientes. La miel puede ser utilizada como un abono natural para nuestras plantas. Si eres un fanático de la jardinería, sabrás que los fertilizantes y abonos comerciales son en ocasiones excesivamente caros. Por ese motivo, introducir la miel como abono puede ser una buena solución para mejorar el crecimiento y floración de tus plantas de jardín.
Pero, ¿porqué la miel puede ser beneficiosa para las plantas? En primer lugar, la miel contiene azúcares simples que proporcionan energía a las plantas y mejoran la actividad de los microorganismos en el suelo, esenciales para garantizar que el sustrato es de calidad.
Hay que tener en cuenta que la miel contiene también aminoácidos, vitaminas y minerales esenciales, fundamentales para el crecimiento de las plantas y protegerlas de enfermedades.
Cómo enraizar esquejes con miel
La miel puede utilizarse también como enraizante. Es un proceso sencillo y muy económico, ¡sigue leyendo! El procedimiento es el siguiente:
- Comienza mezclando la miel pura con el agua hirviendo y espera a que la mezcla se enfríe por completo.
- Tras enfriarse, vierte la mezcla en un recipiente hermético y guárdala en un lugar alejado de la luz solar directa. Esta mezcla puede conservarse durante un período de hasta dos semanas sin problema.
- Asegúrate de tener esquejes de plantas que midan entre 15 y 30 centímetros de largo, cortados en un ángulo de 45 grados.
- Sumerge cada extremo cortado de los esquejes en la mezcla de miel previamente preparada.
- Si planeas enraizar los esquejes en tierra, crea un agujero en el sustrato de maceta elegido para cada esqueje utilizando un lápiz o tu dedo. Asegúrate de que el suelo esté ligeramente húmedo para evitar que los esquejes se rompan.
- En el caso de que prefieras enraizar los esquejes en agua, sumerge directamente los cortes en agua después de haberlos impregnado con la mezcla de miel.
- Una vez que hayas completado estos pasos y los esquejes estén en la mezcla de miel y ubicados en sustrato de maceta o en agua, simplemente espera. Las raíces de los esquejes deberían comenzar a desarrollarse en aproximadamente una semana.
Este método es eficaz para propagar plantas mediante esquejes y fomentar el crecimiento de raíces saludables.
Referencias bibliográficas:
- Smith, A. B. et al. «Efectos de la Miel como Fertilizante Natural en el Crecimiento de las Plantas.» Journal of Agricultural Science, 10(2), 135-143.
- Johnson, C. D. et al. «El Papel de la Miel en la Mejora de la Salud del Suelo y la Productividad de los Cultivos.» Environmental Agriculture Review, 5(3), 210-225.