Precalentamos el horno a 180ºC
En primer lugar limpiaremos las pechugas, quitándoles las partes grasas y enjuagándolas bien. Buscaremos un bol de horno, bandeja o molde en el que entren las pechugas bien apretadas entre ellas.
Recordad que la salsa de miel mostaza tendrá que cubrirlas, si cogemos un molde demasiado grande no las cubrirá y se resecarán.
Ponemos aceite de oliva virgen extra en la base del molde, añadimos sal y orégano. Ponemos las pechugas y volvemos a añadir aove, sal y orégano sobre ellas.
Mezclamos en un bol un bote de mostaza, una cucharada grande de miel y una cucharada de vinagre de módena o balsámico. Removemos bien.
Vertimos la mezcla de miel mostaza sobre las pechugas en el molde. Con un tenedor separamos las piezas de pollo y dejamos que la mostaza las envuelva bien.
Metemos el molde en el horno durante 30-40 minutos al gusto.