Primero de todo, prepara los ingredientes que vas a necesitar. Nosotros hemos usado harina con levadura, es un preparado que venden ya listo, pero sino puedes usar un sobre de levadura química.
Por cierto, será muy importante también que tengas una sartén nueva o seminueva que no se pegue mucho.
Vierte la leche, la harina, el huevo, la cucharada de aceite y el pellizco de sal en un bol y remueve hasta que la masa quede uniforme.
Prepara la sartén, ponla al fuego con unas gotas de aceite, ¡máxima potencia! esperaremos a que esté bien caliente antes de poner el primer cucharón de masa de lo contrario no se nos quedará bien el primer pancake.
Una vez veas que el aceite se desliza rápido por la sartén al moverla, coge un cocharón grande de servir, coge masa y viértela en la sartén. Con un movimiento de muñeca haz que la masa se esparza por toda la base de la sartén. ¡ah, y hazlo rápido! que la sartén está caliente y el pancake estará hecho en poco más de un minuto.
Cuando empieces a ver que salen burbujitas en el pancake, es hora de darle la vuelta. Nosotros usamos una espátula de cocina de silicona.
Una vez le hayas dado la vuelta no lo dejes más de 20 segundos, ya está listo para sacarlo del fuego y seguir con el resto ;)