Sacamos las chuletas del frigorífico mientras preparamos la salsa.
Pelamos y cortamos un trozo de jengibre, lo rallamos y lo ponemos en una olla con un poco de aceite, a fuego suave. Antes de que se dore el jengibre, subimos el fuego y añadimos el vino tinto.
Esperamos a que se evapore el alcohol del vino, bajamos el fuego e incorporamos la salsa de soja, la miel y el romero, removiéndolo todo muy bien.
Lo dejamos a fuego lento hasta que espese y quede como una salsa cremosa, alrededor de unos 10-15 minutos.
Si vemos que se queda muy espesa, podemos añadirle un poquito de agua.
Cogemos una sartén y le ponemos un poco de aceite de oliva y, cuando esté bien caliente, colocamos las chuletas con un poco de sal y pimienta y las doramos por ambos lados (sacamos y reservamos si tenemos varias tandas).
En esta misma sartén colocamos todas las chuletas ya doradas, vertemos por encima la salsa y con una cuchara la vamos echando sobre las chuletas para empaparlas bien en ella.
En unos 5 minutos más ya tendremos listas las chuletas de cordero en salsa de miel!